Henry Cavendish fue un físico y químico británico, que nació en Niza en 1731 y murió en Londres a los 78 años. Era nieto del Duque de Devonshire y del Duque de Kent, y el neurólogo Oliver Sacks sugiere que pudo haber tenido el Síndrome de Asperger.
Su madre murió cuando él tenía dos años, al nacer su hermano.
Estudió en Cambridge, pero no se licenció, posiblemente porque era imprescindible declararse miembro de la Iglesia de Inglaterra.
Después de un viaje por Europa, vivió en Londres con su padre, Lord Charles Cavendish. Este ya fue un experimentador notable, digno de la mención de Benjamin Franklin, y Henry empezó como su ayudante.
Hasta los cuarenta años, vivió con una modesta pensión que le pasaba su padre. Recibió entonces una gran cantidad de dinero que, en palabras de Jean-Baptiste Biot, un científico francés, le convirtió en "el más rico de todos los sabios, y muy posiblemente en el más sabio de todos los ricos".Su fortuna no supuso un gran cambio en su estilo de vida.
Cuando un día su banquero le sugirió que invirtiera parte de su dinero, le contestó "¡Si le molesta tanto, me lo llevo a otro sitio!". La mayor parte de sus gastos iban a material científico y libros. Con el tiempo, llegó a tener una biblioteca notable, que mantenía en una casa aparte.
Algunos días la abría a un grupo selecto de científicos. Apuntaba cuidadosamente incluso los libros que sacaba para sí mismo. No tuvo trato cercano con casi nadie, aparte de su familia. A Lord George Cavendish, que sería su principal heredero, le veía unos minutos al año.
No se casó nunca ni tuvo hijos. Su misoginia era tal que las sirvientas tenían orden expresa de apartarse de su vista, bajo amenaza de despido. Se comunicaba con ellas por medio de notas escritas.Su traje habitual, de un violeta descolorido, estaba totalmente pasado de moda, y su sombrero de tres picos era del siglo anterior.
Había una ligera duda en su habla, y sólo aparecía en público para reuniones científicas. Lord Brougham comentaba que "probablemente pronunció menos palabras en toda su vida que cualquier otro que haya llegado a los ochenta años, sin exceptuar a los monjes trapenses".El trabajo científico de Cavendish se caracteriza por su amplitud de temas y por su extraordinaria precisión y exactitud.
Su falta de reconocimiento público se debió en parte a su propio desdén por la fama. Aun así, aceptó pertenecer a la Royal Society, con cuyos miembros iba a cenar casi todos los jueves. No publicaba mucho, y ni siquiera contaba a otros científicos algunos de sus hallazgos. Revisando sus papeles a finales del siglo XIX, Maxwell encontró que, por ese secretismo, otros se habían llevado finalmente el mérito de la mayor parte de sus descubrimientos sobre electricidad.
En su artículo "Cavendish", Oliver Sacks cita al Dr. George Wilson, que publicó una biografía en 1851: "No amaba; no odiaba; no tenía esperanzas; no tenía miedo [...] Una cabeza intelectual pensando, un par de ojos maravillosamente agudos observando y un par de manos muy hábiles experimentando o registrando, es todo lo que veo al leer sus escritos".
Henry Cavendish murió de la que fue probablemente su primera enfermedad, y está enterrado en lo que ahora la catedral de Derby.
No dejó nada a la ciencia, pero su familia equipó en 1871 el que sería el Laboratorio Cavendish en la Universidad de Cambridge, donde se ha desarrollado una gran parte de la física moderna.
ReferenciasHenry Cavendish (Encyclopedia 1911)
Henry Cavendish (Encyclopaedia Britannica)
Henry Cavendish (Wikipedia)
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